Concibo al ser humano como una unidad integral, una totalidad, y no como una acumulación de diversas partes del cuerpo que funcionan de forma independiente entre sí. Creo imprescindible desarrollar una visión holística de nuestra verdadera naturaleza y atender todas las dimensiones que componen la persona: física, mental, emocional y espiritual. Estoy convencido de que las manifestaciones físicas y psíquicas de la enfermedad tienen sus raíces profundas en otros planos energéticos del ser y pienso que su curación solamente es posible abordándolas y tratándolas de forma conjunta, sabiendo que el potencial de sanación emerge del interior de cada uno.

Todos venimos con una misión a este mundo. De acuerdo con mi propósito de vida, y fiel a mis principios y valores humanos, ahora sí siento que lo que estoy haciendo está en coherencia con lo que deseo hacer de corazón. Durante todos estos años de desarrollo y crecimiento personal, he tenido la oportunidad de ir trascendiendo mis propios conflictos, de ir sanando poco a poco mi historia de vida. Los obstáculos que me he encontrado en el camino han sido grandes lecciones para superarme a mí mismo y, sobre todo, para convertirme en la persona que soy hoy. Una experiencia vital que me ha llevado al lugar donde me encuentro en este momento. El lugar donde he de estar aquí y ahora. El lugar perfecto.